Son tan extraordinarias sus propiedades que hay pruebas fehacientes que se alimentaron casi exclusivamente de ellas cientos de miles de personas. Los Pehuenches (pehuén=piñón, che=hombre). La Araucaria Araucana es el único árbol milenario que viene desde hace más de cien millones de años atrás y que produce extraordinarias semillas de excelente aporte nutritivo. Se suele decir que por estas circunstancias el pueblo mapuche de Chile la considera una planta sagrada. Y la verdad es que todo el pueblo chileno lo debiera considerar como un alimento con mucho respeto, ya que se ha demostrado que esta semilla es el alimento más perfecto para el ser humano.
Ni que hablar de las defensas que tiene la Araucaria para poder vivir miles de años y su fruto por supuesto también es de envidiables defensas, hasta ahora no hay quien se atreva a decir, no comas piñones porque están agusanados, o no comas piñones porque están envenenados. Esta semilla si que es maravillosa.
He conversado con muchas personas que están también convencidas de estos argumentos y de la necesidad de formar grupos de defensores de la Araucaria Araucana. Y así pues, me han convencido que yo publique este blog, que plantemos muchas Araucarias y entonces consigamos adeptos para que esto vaya creciendo. No son suficientes los terrenos que se han dejado para que se cuide esta planta fabulosa. Si no defendemos estos lugares aparecerán perversos que irán sacando las plantitas nuevas.
Yo personalmente tengo algunas Araucarias Araucanas. A raíz de estas conversaciones con amigos le he puesto a este blog el nombre de Parque de Araucarias – Chile. Estoy cumpliendo la misión de abrir este parque virtual con muchísimo gusto y me ha producido el agrado de ver que no se está leyendo sólo en Chile, sino que también en muchos otros países del mundo. Y esto es porque las gentes de otras latitudes han sentido asombro por las maravillosas condiciones que reúne la Araucaria Araucana para el ser humano de toda la Tierra.
Transformémosnos en defensores de las Araucarias Araucanas.
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