“Almacenamiento y conservación de piñones”
“Al ser una semilla, los principales objetivos en la conservación del piñón serán impedir la deshidratación y la proliferación de hongos, para lograr su preservación e incrementar su período de distribución, aumentando así sus posibilidades de consumo”.
“La clasificación es fundamental para seleccionar y homogeneizar las semillas, de manera de conseguir un comportamiento similar durante el almacenaje y mantener su calidad. Una buena clasificación inicial, que deseche las semillas dañadas, asegurará una conservación prolongada”.
“Respecto a la conservación de piñones en frío, en distintos envases, con evaluaciones a 45, 90, 135, 180, 225 y 270 días, se concluye que los piñones en mallas presentaron una deshidratación mucho mayor, respecto a los otros dos envases (BB4 y Eva). El envase Eva, fue el que tuvo el mejor comportamiento. A continuación, se entrega mayores antecedentes al respecto”.
“Temperatura y humedad”
“La conservación refrigerada de semillas en post cosecha es fundamental para disminuir su metabolismo, la deshidratación y minimizar la proliferación de los hongos que puedan estar presentes”.
“El piñón, así como otras semillas, presenta una baja tasa respiratoria, ello significa liberación de calor, que hay que retirar a la brevedad luego de cosecha. Temperaturas de 0º C y 4º C (Galletti et al, 2004) han dado buenos resultados para la conservación de piñones en almacenaje refrigerado”.
“La humedad ambiente durante la conservación refrigerada convencional, es otro factor que hay que tomar en consideración para disminuir la deshidratación. Un ambiente con alta humedad relativa y baja temperatura creará las condiciones para que los piñones no pierdan agua y se deshidraten”.
“El piñón envasado en plástico tiene una pérdida de peso menor al envasado en malla, porque la utilización de películas plásticas, al formar una barrera alrededor de las semillas, mantiene la humedad logrando una menor pérdida de peso. Es así como los piñones envasados en plástico tienen una pérdida de 0.55% en 6 meses de conservación y los envasados en malla pierden un 10% aproximadamente (Galletti et al, 2004) en 6 meses y hasta un 12% a los 9 meses de conservación”.
“Modificación de la atmósfera”
“La modificación de la atmósfera, es decir, la alteración de las concentraciones normales de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) que rodean a los productos hortofrutícolas, es una práctica que complementa la refrigeración y su función es deprimir la tasa respiratoria y reducir el metabolismo, prolongando la vida post cosecha”.
“La atmósfera que rodea un producto puede modificarse, utilizando películas semipermeables plásticas o una atmósfera controlada. Este último sistema regula exactamente las concentraciones de gases que se desean utilizar”.
“Los polímeros de las películas plásticas, además de modificar la atmósfera, como ya se ha mencionado, mantienen la humedad que rodea al producto disminuyendo la deshidratación”.
“Evolución de parámetros físicos y químicos durante la conservación”
“La materia seca durante la conservación es del orden de 55% y, en general, el comportamiento post cosecha de los parámetros químicos de los piñones es similar, independientemente si están envasados en mallas o en películas plásticas de permeabilidad selectiva”.
“En el parámetro en que sí hay diferencias según el envase utilizado, es en la pérdida de peso del piñón llegando a valores de 10% en los envasados en mallas; esta diferencia entre los resultados de materia seca y pérdida de peso se debería a que las cubiertas son las que se deshidratan protegiendo la semilla y manteniendo ésta su contenido de humedad constante”.
“Las bolsas de material plástico, además de ser una barrera protectora contra la deshidratación al alterar la atmósfera de gases que rodea al piñón, pueden reducir el ataque de patógenos. Pero también pueden crear un gran problema si las semillas ya están contaminadas, ya que la humedad que ellas guardan genera el ambiente ideal para la proliferación de hongos”.
“Se ha visto que, tanto los piñones almacenados en malla, como los embalados en películas plásticas, cuando no son desinfectados antes de su envasado aumentan considerablemente el porcentaje de semillas infectadas, a partir de los 135 días, alcanzando valores cercanos a 40% a los 180 días de conservación”.
“Cabe destacar que, con los piñones conservados hasta 270 días, utilizados como materia prima, se fabrican productos como galletas, quequitos y bombones de excelente calidad”.
“En una investigación realizada el año 2005 (Rojas, 2008) la procedencia de los piñones, es decir su sitio de crecimiento, influyó sólo en la aceptabilidad y no en los parámetros como apariencia (regular a buena), aroma (levemente suave), textura (regular a más que regular), harinosidad (levemente baja a levemente alta) y sabor (levemente bajo a levemente alto). A lo largo de la conservación de 270 días, los piñones envasados en películas más restrictivas a los gases, tendieron a tener una mayor aceptación, respecto de los envasados en mallas. No obstante, hay que cuidar que no se produzca anaerobiosis, con los aromas y sabores que va en detrimento de la aceptación”.
“Los piñones conservados en envoltorios plásticos, se pueden almacenar hasta por 9 meses a 4ºC y a 90% de humedad relativa en atmósfera modificada, siendo el EVA (Etil-vinil-acetato) el envase mejor evaluado para este fin, porque mantiene una calidad aceptable, al evitar la pérdida por humedad y la proliferación de hongos. La deshidratación mediante este sistema es menor al 1%, comparada con la forma tradicional de almacenaje, en mallas, que llega a valores cercanos al 10%”.
“Esto es importante si se considera que el piñón es un producto que se comercializa por kilo, donde la caída en el peso se traduce, finalmente, en pérdida de ingresos. Esta situación es muy sensible para el estrecho margen que deja actualmente esta actividad a los recolectores”.
Agradecimientos a la fuente: https://www.opia.cl/static/website/601/articles-75594_archivo_01.pdf
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