18 de julio de 2013

Moais, Pehuenches y Araucarias Araucanas en la Isla de Pascua

Entrevista realizada al Profesor señor Raúl E. Buholzer Matamala.
Profesor de Matemáticas y Física.
Ex Docente Miembro Directivo de la Universidad de Santiago, Temuco.
y Jefe del Departamento de Ciencias Básicas.

¿Cree usted don Raúl que es asombroso para la ciencia que se haya resuelto comenzar a destapar del grueso manto de 8 metros de tierra alrededor de los Moais que cubre la mayor parte de ellos en la Isla de Pascua?

Por supuesto que la única manera de hacer ciencia, con respecto a los Moais, es destaparlos totalmente. La mayor parte de ellos están, o medios cubiertos o cubiertos totales. Para conocer la verdad de este asombroso caso se debieran remover en toda la isla los 8 o más metros de tierra que la cubren. Con lo que se inició alrededor de algunos Moais es una verdadera revolución científica al respecto. No se puede alterar por ningún motivo lo que a lo menos ya está establecido en la Isla de Pascua, salvo que tengan opiniones científicas, como esta plausible destapada de los Moais. Las opiniones personales no deben tomarse en cuenta, sólo las científicas. Lo que hay ahí está, se necesita demostrar las cosas, pero no asegurar que lo que está diciendo cualquier persona es lo válido. Hay que ser modesto con un problema gigantesco, no ser farsante, esto tiene más fundamento que cualquier tipo de opinión personal.

Por ejemplo desecho totalmente la calificación personal de que los habitantes de ahí fueron indo-asiáticos, o que fueron chinos, o que fueron japoneses, australianos, porque si es por eso debemos decir que nadie estaba más indicado para llegar allí que los chilenos, que todavía no existían como chilenos, sino que los pueblos que habitaban frente a ellos, en la Isla de Pascua. Ningún otro país está a menor distancia que la que está Chile, 3.706 km. Esos son los únicos con mayores probabilidades de llegar allí, o sea que científicamente tenemos que analizar en primer lugar esta hipótesis probable, además en base al asentamiento de Monte Verde, de que existieron pueblos no de 600, ni 1000, sino que hablamos de miles de años en los que pasaron muchas culturas desconocidas en Sudamérica, sobre todo en estas costas del Pacífico.

Monte Verde ha asegurado que se encontró una parte con muchos utensilios hechos por el hombre hace 33.000 años. Ese es el hecho más indicado para afirmarse que desde 33.000 años para adelante cada mil años pasaban muchas cosas trascendentes, entre ellas embarcaciones cada vez mas apropiadas para viajar largas distancias. Lo prueban los de Monte Verde que viajaron al extremo sur de Chile, allá cerca de Magallanes, donde existen las osamentas momificados de 9 personas dentro de una caverna que vivieron hace 9.000 años. Los de Monte Verde tenían entonces botes, o barcos, o botes a la vela, o cualquier sistema de movilización que les permitió llegar hasta allá. No hay en otro lugar de América en esos tiempos esqueletos casi completos como testigos reales de que existieron héroes de estos pueblos llamados ahora super primitivos. Ellos sí, viajaron miles de kilómetros hacia el sur, otros lo hicieron viajando también miles de kilómetros hasta la hoy llamada Isla de Pascua. La historia de lo que hacían estos pueblos de hace 10.000 años atrás es totalmente desconocida, porque sus huellas, felizmente excepto algunas, han sido borradas por terremotos y maremotos que son los más abundantes del mundo en esta región, desde épocas inmemoriales. En resumen, la ciencia ha demostrado que, probados mediante un isótopo del carbono, el carbono 14, hace 13.000 años había a lo menos un asentamiento humano en Chile, Monte Verde, al lado de Puerto Montt. Y estos asentamientos son los más antiguos de todo el continente americano y además es indiscutible que ningún otro lugar con habitantes estaba a menor distancia que lo que estaban estos habitantes de Chile, llamados desde ese tiempo Pehuenches. Entonces pues, los Moais tienen que ver con Chile. El pueblo araucano aún hoy día levanta sus propios “Moais” hechos de madera, pero de un gran parecido a los Moais de la Isla de Pascua (vea vídeo al final).

Se plantean ridículas expresiones, sin conocer ni siquiera las osamentas de alguna persona que vivió en la Isla de Pascua e hizo los Moais, asegurando que los que llegaron ahí son de países muy lejanos. Lo que se plantea es quien tenía más probabilidades de llegar, quien estaba más cerca de esa isla, la respuesta es por supuesto, los que vivían en esos años en la costa del Océano Pacífico. Hay que tener muy claro que la fecha exacta en que seres humanos llegaron a habitar esta isla no era ni siquiera lejanamente conocida. Ahora sabemos que estas colosales estatuas se encuentran sumidas hasta 8 metros de profundidad por el polvo cósmico que penetra a la Tierra, el que cae como núcleo de las gotas de agua y va haciendo subir la superficie de la Tierra, sin excepción alguna, en metros que en este caso son 8, lo que hace asegurar que estos Moais tienen, a lo menos, 15.000 años.

Científicamente se le aplicó el procedimiento por los metros de tierra que se ha acumulado en el transcurso de los años sobre todo el planeta. Ahí hay una verdad científica que indicaría que estamos hablando de 15.000 años atrás y en esos lejanos tiempos los pueblos de Sudamérica estaban algo más avanzados que los de otros lugares de la Tierra. Esto se sabe científicamente que es así por la única prueba que existe, son los llamados asentamientos y se mide su antigüedad mediante isótopo del carbono, el carbono 14. Lo demás, cualquier otra cosa que se diga, son palabras de irresponsables. Son mentiras científicas estas afirmaciones sin realmente usar la ciencia. Estamos hablando no de cientos de años, sino que de décadas de miles de años atrás y entonces todas las probabilidades son que llegaron a la Isla de Pascua los habitantes de las costas chilenas y allí vivían y vivieron los Pehuenches, desde un tiempo que se puede medir probablemente en millones de años.

Las Araucarias Araucanas juegan un importante papel en este devenir histórico, teóricamente ellas entregaron alimento apto para la vida, los piñones, desde hace 65 millones de años. Por eso es que es muy importante tratar de saber que árboles existieron en la Isla de Pascua para este grandioso milagro histórico, de que en una pequeña isla deban haberse mantenido vivos sin ninguna epidemia y con fuerza suficiente para hacer estas tremendas moles de los Moais. Una de las causas por la que pudieron hacer este milagro, lo podemos afirmar con toda seguridad que fueron los piñones que llevaron desde Chile los primeros colonos de esta isla y que se convirtieron en árboles gigantescos de alimentación perpetua. Es una hipótesis, pero caramba que sí es una hipótesis muy bien fundamentada. Lo prueba porque en toda la costa chilena vivieron por muchos miles de años los Pehuenches alimentándose casi exclusivamente de los piñones. Por supuesto viajaban con algunos cientos de kilos de piñones, pues eran su propia existencia. No se concebía a Pehuenches viajando sin su enorme cocaví de agua dulce y piñones.

Lo que escribieron en los Moais o en otros lugares los primeros habitantes de la isla es lo único que se puede creer como una verdad, si es que no ha intervenido gente posteriormente y lo ha hecho con fines turísticos, o de otra índole, para darle motivos tergiversados a la realidad científica. Es importante de todas maneras saber qué es lo que está escrito y sobre todo investigar lo que está escrito en las más antiguas esculturas que han estado siempre tapadas para nosotros hoy en día y son un gran número las que muestran sólo su cabeza. Si se supone que hubo un gran maremoto que las botó deben haber quedado muchísimas otras efigies horizontales y están, por lo tanto, bajo 8 metros de la lluvia de partículas cósmicas. Allí debe estar la verdad. Si en esas figuras antiguas no hay nada escrito quiere decir que en las que están descubiertas y se ha escrito algo hay razones para poner esas escrituras en duda. Algunas de las que estaban cubiertas hasta la cabeza han sido últimamente destapadas, estaban cubiertas por 8 metros, o sea, científicamente tienen 15.000 años de antigüedad. Desafían las creencias históricas, ya que no habían pueblos que tuviesen desarrollada la escritura a esa enorme distancia en el tiempo. Desafiando muchas otras cosas históricas más. Recién está comenzando el estudio serio y científico de los Moais.

En muchísimo mayor cantidad de lo que puede considerarse lejanamente comparable a los “Moais” es lo que hicieron en China para perpetuar a una parte de los soldados chinos; fueron pequeños “Moais” del tamaño y la forma física de las personas. Estos de la Isla de Pascua son Moais asombrosamente gigantes para la época en que se hicieron tallando la piedra volcánica con otras piedras más duras, ya que no han encontrado restos de materiales más firmes, ni siquiera bronce. Lo de la Isla de Pascua ES SUPER EXTRA ASOMBROSO, una isla pequeña hace cosas que no hizo ni siquiera el Imperio romano, ni ningún otro pueblo antiguo. Los chinos desenterraron a sus pequeños “Moais” y asombraron al mundo, ahora le toca a Chile desenterrar a todos los Moais de la Isla de Pascua, tanto los que yacen horizontalmente como los que están verticalmente. Y cuando lo haga el mundo se asombrará, con mucha razón, nuevamente, pues nuestros Moais son mucho más antiguos y mucho más significativos que los pequeños “Moais” chinos. Como es de conocimiento público (vídeos) que hay cerca de 300 bases para colocar estos Moais, es de suponer que hay a lo menos 3.000 Moais y sólo se han encontrado unos mil. El desafío por encontrar esta verdad casi increíble está pendiente, hay que destapar la isla. El conocer la verdad es una exigencia científica universal. Es una obra gigantesca que se irá haciendo por partes colocando todos los Moais que están horizontales en sus pedestales o fundamentos, dejando de nuevo lisa y cultivable la capa de tierra que los cubría. No hay que destruir el turismo histórico, ya que esto ayuda a que de toda la Tierra haya una colaboración para hacerlo.

En ese pequeño islote hay asombrosas cuestiones, es una  incógnita total cómo ese pequeñísimo grupo de habitantes inició esta aventura, se pudo multiplicar y vivir tantísimos siglos históricos sin tener una sola epidemia. Sin animales y sin su carne, sólo consumían productos del mar, al parecer no hay enfermedades epidémicas, pareciera ser una curiosa conclusión de la sobrevivencia de este pueblo que construyó los Moais.

Entre las cosas asombrosas la hipótesis es, si un pueblo vive por miles o por muchos siglos en una isla sin epidemias es que este milagro sólo se puede concebir si tienen una alimentación tan especial que ella lleva defensas no sólo como semilla, sino como planta o árbol que es capaz de defenderse de todo tipo de virus o bacterias dañinas a esa planta y que el que se alimenta de esa planta adquiere parte de esas mismas defensas que tiene ella y puede vivir sin enfermedades a lo menos o quizás muchos más años que los normales de cualquier animal. Esto lo demuestra un pajarito muy interesante, el choroy, que vive 80 años y se alimenta sólo de piñones. No se conoce enfermedad ni epidemias para estas aves.

Los audaces navegantes Pehuenches como los que llegaron desde la zona central de Chile hasta Magallanes, hace 9.000 años, se alimentaban sólo de piñones y les era suficiente. Los que navegaron mar adentro y llegaron a la Isla de Pascua, por supuesto que llevaban piñones en mucha abundancia y ese podría ser el origen de las Araucarias Araucanas en la Isla de Pascua. Hay orificios entre las rocas volcánicas que muestran una especie de caverna en forma de tubo, donde cabe horizontalmente una persona y este es precisamente el tamaño que tiene el diámetro del tronco de una Araucaria Araucana. El primer tiempo, seguramente porque eran un par de familias con un pequeño número de personas, se alimentaron de lo que les daba en forma natural la isla, pero 30 años después tuvieron piñones para la perpetuidad. Esto explicaría el por qué pudo mantenerse en la Isla de Pascua,
generación tras generación, tantos cientos de personas que nos están enseñando un heroico pasado de la super adaptación por cientos de miles de años que tiene el ser humano.

¿Puede otro tipo de árbol haber alimentado con tanta vitalidad a este pueblo que hizo estas gigantescas e increíbles moles de casi cien toneladas?

We Tripantu -Música mapuche instrumental- “NGUILLATUN” de Cecil González.
http://youtu.be/0nOCOYoLLCA
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