27 de enero de 2020

Tras larga investigación se descubre hongo que está dañando a las Araucarias Araucanas

La Araucaria Araucana, también conocida como Pehuén en mapudungún, es un árbol endémico de la zona centro-sur de Argentina y Chile, considerado sagrado por la cultura mapuche. Árbol milenario e icónico, cuya presencia se remonta a 260 millones de años, es “Monumento Natural” de nuestro país, por lo cual está prohibida su tala. En diciembre de 2018 se declaró por primera vez a la Araucaria Araucana como especie en “Peligro de Extinción” en la zona de la Cordillera de Nahuelbuta, y se calificó como en estado “Vulnerable” su presencia en la Cordillera de los Andes.

Tras tes años de investigación un grupo de investigadores de Bioforest, el Centro de Investigación y Desarrollo Científico de Arauco (fabricación de pulpa de celulosa y sus derivados), identificó el agente patógeno que afecta a más del 80% de las Araucarias Araucanas de nuestro país. Se trata del hongo “Caliciopsis sp.”; causante de las lesiones (cancros) que dañan el follaje de este simbólico árbol y el que ha llevado a la muerte a cerca del 10% de los ejemplares.

Fue en enero de 2016 cuando CONAF (Corporación Nacional Forestal) detectó el daño foliar de las Araucarias Araucanas, ante lo cual convocó a equipos multidisciplinarios de distintas instituciones nacionales con el fin de encontrar las causas de éste. También participó la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la Universidad de California-Davis y el Servicio Forestal de Estados Unidos. Gracias a este descubrimiento “podemos conocer contra qué organismo debemos estructurar un programa de manejo, y así desarrollar futuros planes para la sobrevivencia de esta especie”, destacó el especialista de Bioforest. En esa línea, Rodrigo Ahumada afirmó que “está en los planes de Bioforest seguir trabajando en este proyecto, porque aún hay mucho que hacer y aportar”.

El jefe de División Fitosanitaria de Bioforest, resaltó que “en Arauco, estamos comprometidos con la conservación y biodiversidad de esta especie, es por ello, que protegemos más de 400 mil hectáreas de bosque nativo junto a su flora y fauna”.

La Fundación Fungi, que se dedica exclusivamente al estudio y conservación del reino fungi en Chile, cuestionó las conclusiones y aseguró que ese hongo “es parte de la funga nativa del mismo árbol, el que ha estado siempre presente. No es una especie invasora ni parásita”. Lo que ocasiona el problema, indican, es la proliferación excesiva del hongo que se ha permitido por las condiciones en las que se encuentran las Araucarias Araucanas en la actualidad, a saber, el cambio climático, la sequía y la acción humana.

Su Directora Ejecutiva, Daniela Torres, señaló que “dadas las condiciones que enfrentamos hoy a nivel planetario y específicamente en la zona norte por la sequía, se ha producido un estrés muy fuerte en el árbol que desencadena una serie de problemas, entre ellos la proliferación de un hongo, y en realidad son varios hongos”.

Entre las medias para la protección y conservación de la Araucaria Araucana, ya se tenía contemplada la migración asistida del árbol nativo hacia la región de Aysén.

Fuente: https://www.eldinamo.com/ambiente/2019/10/10/investigadores-de-bioforest-descubren-hongo-que-afecta-a-mas-del-80-de-las-araucarias-araucanas-del-pais/

Fuente: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/quien-esta-matando-a-las-araucarias/856912/
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12 de enero de 2020

Atmósfera modificada para conservar las semillas de Araucaria Araucana

“Almacenamiento y conservación de piñones”
“Al ser una semilla, los principales objetivos en la conservación del piñón serán impedir la deshidratación y la proliferación de hongos, para lograr su preservación e incrementar su período de distribución, aumentando así sus posibilidades de consumo”.

“La clasificación es fundamental para seleccionar y homogeneizar las semillas, de manera de conseguir un comportamiento similar durante el almacenaje y mantener su calidad. Una buena clasificación inicial, que deseche las semillas dañadas, asegurará una conservación prolongada”.

“Respecto a la conservación de piñones en frío, en distintos envases, con evaluaciones a 45, 90, 135, 180, 225 y 270 días, se concluye que los piñones en mallas presentaron una deshidratación mucho mayor, respecto a los otros dos envases (BB4 y Eva). El envase Eva, fue el que tuvo el mejor comportamiento. A continuación, se entrega mayores antecedentes al respecto”.

“Temperatura y humedad”
“La conservación refrigerada de semillas en post cosecha es fundamental para disminuir su metabolismo, la deshidratación y minimizar la proliferación de los hongos que puedan estar presentes”.

“El piñón, así como otras semillas, presenta una baja tasa respiratoria, ello significa liberación de calor, que hay que retirar a la brevedad luego de cosecha. Temperaturas de 0º C y 4º C (Galletti et al, 2004) han dado buenos resultados para la conservación de piñones en almacenaje refrigerado”.

“La humedad ambiente durante la conservación refrigerada convencional, es otro factor que hay que tomar en consideración para disminuir la deshidratación. Un ambiente con alta humedad relativa y baja temperatura creará las condiciones para que los piñones no pierdan agua y se deshidraten”.

“El piñón envasado en plástico tiene una pérdida de peso menor al envasado en malla, porque la utilización de películas plásticas, al formar una barrera alrededor de las semillas, mantiene la humedad logrando una menor pérdida de peso. Es así como los piñones envasados en plástico tienen una pérdida de 0.55% en 6 meses de conservación y los envasados en malla pierden un 10% aproximadamente (Galletti et al, 2004) en 6 meses y hasta un 12% a los 9 meses de conservación”.

“Modificación de la atmósfera”
“La modificación de la atmósfera, es decir, la alteración de las concentraciones normales de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) que rodean a los productos hortofrutícolas, es una práctica que complementa la refrigeración y su función es deprimir la tasa respiratoria y reducir el metabolismo, prolongando la vida post cosecha”.

“La atmósfera que rodea un producto puede modificarse, utilizando películas semipermeables plásticas o una atmósfera controlada. Este último sistema regula exactamente las concentraciones de gases que se desean utilizar”.

“Los polímeros de las películas plásticas, además de modificar la atmósfera, como ya se ha mencionado, mantienen la humedad que rodea al producto disminuyendo la deshidratación”.

“Evolución de parámetros físicos y químicos durante la conservación”
“La materia seca durante la conservación es del orden de 55% y, en general, el comportamiento post cosecha de los parámetros químicos de los piñones es similar, independientemente si están envasados en mallas o en películas plásticas de permeabilidad selectiva”.

“En el parámetro en que sí hay diferencias según el envase utilizado, es en la pérdida de peso del piñón llegando a valores de 10% en los envasados en mallas; esta diferencia entre los resultados de materia seca y pérdida de peso se debería a que las cubiertas son las que se deshidratan protegiendo la semilla y manteniendo ésta su contenido de humedad constante”.

“Las bolsas de material plástico, además de ser una barrera protectora contra la deshidratación al alterar la atmósfera de gases que rodea al piñón, pueden reducir el ataque de patógenos. Pero también pueden crear un gran problema si las semillas ya están contaminadas, ya que la humedad que ellas guardan genera el ambiente ideal para la proliferación de hongos”.

“Se ha visto que, tanto los piñones almacenados en malla, como los embalados en películas plásticas, cuando no son desinfectados antes de su envasado aumentan considerablemente el porcentaje de semillas infectadas, a partir de los 135 días, alcanzando valores cercanos a 40% a los 180 días de conservación”.

“Cabe destacar que, con los piñones conservados hasta 270 días, utilizados como materia prima, se fabrican productos como galletas, quequitos y bombones de excelente calidad”.

“En una investigación realizada el año 2005 (Rojas, 2008) la procedencia de los piñones, es decir su sitio de crecimiento, influyó sólo en la aceptabilidad y no en los parámetros como apariencia (regular a buena), aroma (levemente suave), textura (regular a más que regular), harinosidad (levemente baja a levemente alta) y sabor (levemente bajo a levemente alto). A lo largo de la conservación de 270 días, los piñones envasados en películas más restrictivas a los gases, tendieron a tener una mayor aceptación, respecto de los envasados en mallas. No obstante, hay que cuidar que no se produzca anaerobiosis, con los aromas y sabores que va en detrimento de la aceptación”.

“Los piñones conservados en envoltorios plásticos, se pueden almacenar hasta por 9 meses a 4ºC y a 90% de humedad relativa en atmósfera modificada, siendo el EVA (Etil-vinil-acetato) el envase mejor evaluado para este fin, porque mantiene una calidad aceptable, al evitar la pérdida por humedad y la proliferación de hongos. La deshidratación mediante este sistema es menor al 1%, comparada con la forma tradicional de almacenaje, en mallas, que llega a valores cercanos al 10%”.

“Esto es importante si se considera que el piñón es un producto que se comercializa por kilo, donde la caída en el peso se traduce, finalmente, en pérdida de ingresos. Esta situación es muy sensible para el estrecho margen que deja actualmente esta actividad a los recolectores”.

Agradecimientos a la fuente: https://www.opia.cl/static/website/601/articles-75594_archivo_01.pdf
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3 de enero de 2020

Investigación sobre almacenamiento de piñones de Araucaria angustifolia

“De acuerdo con Tompsett (1984), cuatro especies del género Araucaria no pueden ser conservadas con contenido de humedad por debajo del 25-40%, por lo que se las llama “recalcitrantes”. Se refiere a: Araucaria araucana, Araucaria angustifolia, Araucaria hunsteinii y Araucaria bidwillii. Dicha característica imposibilita la conservación por largo tiempo de las semillas (piñones) de estas Araucarias, dado que después de su maduración se inicia el proceso natural de deshidratación”.

“Los mayores valores de conservación del poder germinativo (hasta 210-270 días) se obtuvieron cuando se empleó la película EVA, mientras que con la película PVC disminuyó a partir de los 60 días de almacenamiento. En todas las condiciones ensayadas, a los 330 días de almacenamiento refrigerado, el poder germinativo se perdió totalmente”.

“El uso de bolsas plásticas flexibles para el envasado de vegetales evita la deshidratación y permite que en su interior se genere una atmósfera modificada que puede favorecer la conservación del producto”.

“Considerando estos antecedentes, el objetivo de este trabajo ha sido estudiar la influencia de diferentes atmósferas modificadas (obtenidas mediante el empleo de películas plásticas con distintos grados de permeabilidad a los gases) y temperaturas de almacenamiento refrigerado sobre el mantenimiento del poder germinativo de semillas de Araucaria angustifolia durante un período superior a seis meses (Bert.) O. Kuntze”.

“Específicamente en el caso de Araucaria angustifolia el nivel crítico de humedad, por debajo del cual hay pérdida total de viabilidad, es aproximadamente el 38% (Eira et al. 1994)”.

“Los resultados obtenidos para los dos ensayos fueron similares. De esto, surge que, para mantener valores de germinación, de semillas de Araucaria angustifolia, iguales o superiores a los iniciales, por un período de 24 meses, resulta conveniente empaquetarlas con la película plástica EVA y almacenarlas a 0ºC. En todas las condiciones ensayadas, a los 330 días de almacenamiento refrigerado, el poder germinativo se perdió totalmente”.

 “El contar con técnicas de conservación de semillas de Araucaria angustifolia es una alternativa para sortear el inconveniente causado por la ciclicidad de producción, que provoca años de escasez absoluta de semillas en rodales de la provincia de Misiones, Argentina”.

Lea usted detenidamente el texto original con todos los datos técnicos de esta interesante y valiosa investigación realizada en el país vecino, Argentina.

Fuente: http://mingaonline.uach.cl/pdf/bosque/v20n2/art11.pdf
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